Casarse es sin duda uno de los momentos más especiales de la vida de cualquier persona. No solo por tratarse de una fiesta donde se reúnen amigos y familiares, sino por todo lo que representa: el compromiso de una pareja de seguir compartiendo la vida juntos. Las emociones están a flor de piel, el recuerdo de los que ya no están se hace mucho más presente y la felicidad casi puede tocarse. Desde ilallum nos sentimos unos privilegiados de poder compartir con muchas parejas este día tan especial y ayudarles a brillar con luz propia el día de su boda.

Can Marial, en el Maresme, fue el escenario elegido por los novios. Se trata de una masía de finales del siglo XIX y con unas vistas espléndidas al mar Mediterráneo. Precisamente en sus terrazas se celebró el aperitivo de esta boda, donde familiares y amigos esperaban que los novios volvieran de la sesión de fotos. Para crear un ambiente agradable e íntimo, desde ilallum elegimos una guirnalda de bombillas que colocamos entre las palmeras que había para conseguir crear ese ambiente único que un evento como este se merece. Y es que el horario de la boda fue marcado por la luz del sol para poder jugar con las diferentes escenas de luz natural que nos regala el astro rey cada día y complementarlo así con la luz artificial.

Los novios querían sorprender a los invitados. Por eso, creamos una zona de bienvenida en el marco de madera que sirve de entrada al restaurante. Colocamos un columpio con cuerdas de tul iluminadas, una cortina de luces que los invitados debían cruzar y nuestro corazón rojo para recordarles que ese día solo tenían una misión: celebrar el amor y la vida.

El columpio fue, sin duda, uno de los espacios que más juego dio. Su presencia tenía un valor muy emotivo para la pareja como recuerdo de su infancia y también de aquellos que ya no estaban. Fue su forma de rendirles homenaje. Así, para darle el protagonismo que se merecía, decidimos forrar con tela de tul y luces cálidas sus cuerdas. De esta forma, conseguimos que todos los invitados que se columpiaron en él brillaran con luz propia.

Colocamos el sitting plan de los invitados al pie de la palmera de la entrada al salón, era el final del recorrido de acceso, una última parada antes de entrar a la sala a disfrutar del banquete. Las velas, las luces y las flores fueron las protagonistas de este espacio. Y es que no hay nada más romántico que la luz de unas velas que los mismos novios habían personalizado con la frase In your light everything is extraordinary.

Ya en el interior, la pareja escogió nuestras letras luminosas con la palabra LOVE y una gran cortina de luces para la zona del baile. Fue sin duda el broche final a una boda donde la iluminación de ilallum acompañó en todo momento a la pareja para hacerles brillar aún más en este día tan especial.

Cualquier lugar puede ser perfecto. Simplemente hace falta hacerlo brillar igual que brilló el amor en un día tan especial como el de esta boda. Cuando las estrellas bajan del cielo para formar parte de la celebración, el momento se convierte en perfecto e inolvidable.